viernes, 18 de noviembre de 2011

1. Aire nuevo

Nada mas cruzar la frontera y comenzar a atravesar los primeros pueblos, nos dimos cuenta de que algo habia cambiado. Los vehiculos no pitan, la gente te sonrie y los chiquillos, gritando "sabai dee", se pelean por chocarte la mano. 
Y hasta nos regalan flores!!


 Algunas son mas timidas...


Para ganarle tiempo a la visa atajamos algunos kms en barco, y de paso escapar de las terribles cuestas de esta parte de Laos, esperando con ansia las tan deseadas llanuras del Mekong.


Momentos para leer, relajarte, disfrutar de las vistas, del aire en la cara... y de rezar para que las bicis no terminen en el fangoso fondo del rio.


Las casas de esta parte del pais son humildes construcciones de madera, paja y adobe; gallinas, pavos, perros y cerdos pelean cada pedazo de comida.



Aqui el sol pega fuerte, y los lugareños aprovechan este fenomeno para poner a secar sus chiles, su arroz...

jueves, 17 de noviembre de 2011

2. Luang Prabang

Hemos llegado tarde. Seguramente hace unos anios, este hubiese sido una pequena y autentica  ciudad laosiana. Por lo menos asi es como nos la esperabamos.
Ahora esta convertida en uno de los mayores centros turisticos del pais.


Al amanecer, filas de monjes recorren las calles en busca de su alimento diario. Los vecinos les esperan con sus ofrendas en forma de arroz, bananas o lo que puedan ofrecer.


 






Como siempre, unos paseos por las calles y los mercados... donde encontramos la Herboristeria "Andromeda" laosiana: aqui puede usted encontrar gran variedad de productos como tofu, misho, gengibre...



o unos buenos trozos de carne que venden estas buenas jamonas!!




Lo mejor de viajar en bici es cuando no llevas las alforjas y se convierte en un medio de transporte facil y cómodo...




Siempre se encuentra buena gente por el camino. Aqui conocimos a Gus y Marta, dos madrilenos con los que compartimos risas, birras y ricos pescados. Viajaban con un buen objetivo: Asia!!


miércoles, 16 de noviembre de 2011

3. Vientian

Gran cantidad de la masa turistica procedente de Luang Prabang y del sur de Laos llega a Vientian. Al ser una gran ciudad existe la posibilidad de alejarse un poco de esta aglomeracion turistica y adentrarse un poco mas en la vida local, en sus mercados, puestos de la calle y su forma de vida. 


Llegamos un dia en el que habia feria, lanzamiento de dardos, tombola y diversos juegos en apariencia sencillos pero realmente complicados. A ver quien pone de pie esa botella!!!


Y, como no, buscar un buen lugar donde degustar un poco la gastronomia del lugar, donde poco a poco vamos introduciendo nuevos alimentos a nuestra dieta.

 

 


Aqui aprovechamos para comer un poco mas variado, ya que cuando estamos pedaleando, nuestra dieta se basa practicamente en sopa de noodles y arroz. Para aliviar un poco este calor pegajoso nada mejor que unos buenos zumos de las mas exoticas frutas...


o alquilar una bici de estas que tanto molan para que te de un poco la brisa en la cara...



o tumbarte en la hierba a pleno sol del mediodia a hacer la tipica foto gringa rodeados de budas, monstruos y gigantes!!





Unas de las cosas buenas del viaje son los reencuentros con nuevos amigos. Tuvimos una llegada triunfal: vinieron a recogernos, nos habian buscado habitacion y nos facilitaron el engorroso tramite del visado para Tailandia. Gracias pareja!!!


Para estar siempre a tope, cuando no toca bici, hay que entenar...


Como es evidente, la llanta de la rueda desgasta las pastillas al frenar, pero hemos descubierto que las pastillas tambien desgastan la llanta. Por suerte encontramos una buena tienda de bicis donde nos cambiaron la llanta y unos radios nuevos para poder seguir con nuestro pedaleo.




martes, 15 de noviembre de 2011

4. Madre de todos los rios

Salimos de la capital rumbo al sur rodando por la ribera del rio Maè Nam Khong, el Mekong, la madre de todos los ríos, uno de los más importantes del mundo, que nace en los valles altos del Himalaya y después de más de 4.000 km discurriendo pausadamente por varios países del sudeste asiático desemboca en el sur de Vietnam.


Dejamos atrás los grandes desniveles por esas tierras montañosas y húmedas del norte que tanto nos han exigido y nos adentramos en las tan ansiadas etapas llanas, rodando por la margen izquierda del río entre arrozales que, casualmente coincide en la temporada de la cosecha.




(Entre saludos, gritos y risas, constantemente nos invitaban a echarles una mano con la hoz).

El paisaje cambia, ya no rodamos entre valles y montañas sino por una llanura infinita. Lo que no cambia son los pueblos y la forma de vida humilde de la gente local. Pueblos sin pavimentar, polvorientos en la estación seca y un barrizal tremendo en la húmeda. 


(Aquí la seguridad vial es un caso: el cinturón de seguridad consiste en empotrar al crio entre cajas de cerveza).

(Cuando las aulas están llenas de niños estudiando, el parking esta lleno de bicis descansando).


Casas de adobe o madera, con cimientos mínimos, que hacen la función tanto de vivienda como de negocio familiar. Comedor, supermercado, taberna, taller mecánico y gasolinera... De todo se puede encontrar en cada casa de estos pequeños pueblos.

(Cada una de estas botellas de gasolina cuesta 10.000 kip, lo que equivale a algo menos de 1 euro, cantidad desproporcionada para el nivel de vida del país).

(Un imprescindible en el mundo cicloviajero... Una pata buena para la bici, las nuestras murieron la primera semana).


lunes, 14 de noviembre de 2011

5. Meseta de Bolaven

La meseta de Bolaven es una región elevada del sur de Laos situada cerca de la frontera de Vietnam caracterizada por su clima fresco, cascadas, templos, diferentes grupos étnicos y gracias a su tierra fértil, productora de los mejores cafés del país.
Perdemos la batalla interna contra nuestra vagancia y optamos alquilar una moto unos días para recorrer la meseta.


(Patas de pollo, bananas, refrescos, agua, arroz... te llegan directamente por la ventanilla).




(Al parecer el Olentzero se ha olvidado de venir a estas tierras, asi que los chiquillos se las ingenian para divertirse con lo que tienen).


(En Pakse conocimos a Xipi, catalán, bebedor empedernido de coca cola y bebidas energéticas, gran viajero cuyo proyecto es dar la vuelta al mundo con su bicicleta. De momento lleva recorrido todo el continente americano, desde Alaska hasta Ushuaia. Un fenómeno).